¿Te movilizas en bicicleta, transporte público o un scooter, porque quieres reducir la contaminación provocada por el uso del automóvil?
¡Te apoyamos en esta iniciativa, nosotros al igual que tú intentamos ponerlo en práctica!
Pero ¿qué ocurre si tu banco invierte el dinero que tienes depositado en industrias contaminantes, como extracción de petróleo, minería no sostenible o extracción de recursos de áreas protegidas? ¿Estas actividades restarían valor a tu esfuerzo?
Este es solo un ejemplo por el que debes tomar el control de tus finanzas.
¿Sabías qué el dinero que tienes depositado en tu banco es utilizado efectivamente para realizar inversiones y otorgar créditos?
No hay nada malo en ello, salvo que el banco podría invertir tu dinero en sectores que entran en conflicto con tus convicciones (combustibles fósiles, otros sectores contaminantes, trabajo infantil, armas, tabaco, etc.), ya que suelen ser sectores con un alto rendimiento.
En virtud de las normas europeas (Directiva sobre información no financiera), los grandes bancos europeos deben publicar información relacionada con la sostenibilidad en sus informes anuales.
Pregúntale a tu banco en qué sectores invierte el dinero de tus cuentas. Si estos sectores no respetan tus convicciones, cambia de banco.