Banco ProCredit es un banco orientado al desarrollo de origen alemán. Hace 20 años llegó al Ecuador para apostar por el país con un enfoque en banca responsable. La forma de hacerlo ha sido estableciendo relaciones a largo plazo con sus clientes, con el fin de aportar a su crecimiento, invirtiendo fuertemente en su personal para desarrollar un expertise único en sector financiero, y guiando su actuar en principios éticos, la responsabilidad social y la sostenibilidad ambiental.
Para ProCredit, el concepto de “desarrollo”, va más allá de crecimiento del PIB o del mejoramiento de algún indicador económico o financiero. Desarrollo es también contribuir a la formación de las personas, al fortalecimiento del marco institucional y la organización democrática de la sociedad y así lograr avances en el ámbito de justicia social.
Tener este enfoque empresarial, en este caso como banco, es especialmente relevante en Latinoamérica, donde los índices de desigualdad son los mayores a nivel mundial. La falta de oportunidades equitativas para personas con diferentes niveles de ingreso, de diferente etnicidad o género, profundizan las brechas existentes y debilitan nuestra frágil tradición democrática, la economía y el bienestar general.
“Nuestra contribución al desarrollo se deriva principalmente del trabajo que realizamos con las empresas, pues al implementar modelos de negocios sostenibles, invertir en tecnología e innovación para sus sectores, generar fuentes de empleo formales y dignas, capacitar a su personal y contribuir con el pago de impuestos, son las que realmente generan el desarrollo del Ecuador”, explica Miguel Ebenberger, Gerente General de Banco ProCredit.
El Banco apuesta también por el desarrollo de las personas. “En lugar de buscar generar ganancias en el corto plazo empujando créditos de consumo, asesoramos a nuestros clientes en el manejo de sus finanzas personales, fomentando una cultura de ahorro como medio principal para construir su patrimonio. Los acompañamos también en sus planes a largo plazo y en los momentos importantes de su vida, como son la compra de una vivienda, la educación de sus hijos y la construcción de activos familiares”, comenta Francisco Nazati, Jefe de Banca Personas de Banco ProCredit.
Desde su inicio, ProCredit ha brindado a sus clientes servicios financieros transparentes, con base en una asesoría adecuada a sus requerimientos financieros y a sus objetivos de crecimiento. No maneja un enfoque de venta o “venta cruzada” cuando ofrece dichos servicios. De igual manera, en las condiciones económicas se busca un balance entre el beneficio para el Banco y sus clientes.
El Banco selecciona cuidadosamente a su equipo humano e invierte fuertemente en su desarrollo. “Trabajar en Banco ProCredit es muy demandante, precisamente por el enfoque que tenemos y que se fundamenta en la calidad de nuestro personal. En estos 20 años, hemos buscado personas con diferentes trayectorias, cuya principal motivación al realizar su trabajo es hacer una diferencia positiva en el Ecuador. Los hemos capacitado, tanto local como internacionalmente, no solo en temas de Banca y Finanzas, sino en Ética, Economía, Medioambiente, y temas no convencionales dentro de la banca tradicional que fomentan el pensamiento crítico y la consciencia social e histórica”, comenta Carolina Landazuri, Jefe de Recursos Humanos de Banco ProCredit.
El Banco ha invertido también en tecnología e innovación con un fuerte enfoque social, medioambiental y de calidad de servicio hacia sus clientes. Esta forma de hacer banca ha permitido que la institución tenga actualmente más de 25.000 clientes activos a nivel nacional, una cartera de créditos de USD 450 millones, de la cual el 95% se concentra en empresas, es decir es con destino productivo. La participación de créditos verdes en su cartera se acerca al 20%, lo que colca al Banco como líder en el sistema bancario en cuanto al financiamiento de la transformación hacia una economía eco-sostenible. De igual manera la institución ha sido pionera en la digitalización y desde hace 3 años opera prácticamente sin un infraestructura física de sucursales, pues sus clientes realizan el 99.9% de sus transacciones a través de canales digitales.
“La experiencia de estos 20 años nos ha mostrado que con nuestro modelo de negocio se puede ser un banco comercial exitoso, mientras hacemos banca de forma responsable, generando un retorno de capital que, más allá de la generación de utilidades, se refleja en una contribución más amplia, a través de nuestros clientes. Es por eso por lo que seguiremos apostando por el desarrollo de Ecuador, sus empresas y su gente”, indica Ebenberger.